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Historia de Lima

Historia de Lima: chivateros, Caral, cultura Lima, Fundación de Lima

Por evidencias encontradas por Fréderic Engel en la desembocadura del río Chillón y en Ancón, muestran la presencia cultural preagrícola Chivateros hace 8.000 años en Lima. Estos primeros limeños eran cazadores y recolectores que poblaron las lomas circundantes que gozaban de fauna y flora abundantes.

Hace seis mil años estos grupos comenzaron a asentarse y a construir centros poblados, como los descubiertos por Engel en Cerro Paloma. Se trata de viviendas de planta circular, sostenidas por cañas y huesos de ballena cubiertas con grama y juncos.

Este desarrollo alcanzó su máximo nivel de expresión con la aparición de Caral (2.627 - 2100 a.C.) en el valle de Supe, considerada la civilización más antigua de América. Esta sociedad de agricultores y pescadores fue coetánea de Mesopotamia, Egipto y China.

En los siglos II y III, se desarrollo la Cultura Lima, en el valle de Rímac, sus vestigios lo encontramos en las huacas de Maranga, Huallamarca y Pucllana. Tras la influencia Tiahuanaco - Huari, la región se vio gobernada por diversos curacazgos o señoríos como los de Huarco, Yauyos e Ichmas, los que fueron anexados al imperio inca luego de cruentos enfrentamientos. Los cusqueños construyeron la Fortaleza de Huayco, ubicada en Cerro Azul, el gran Complejo Incahuasi (Lunahuaná) y el Templo de las Mamaconas en Pachacámac.

En 1534, los españoles, al mando de Francisco Pizarro, llegaron a la región de Lima e ilusionados por el verdor del valle de Rímac, fundaron aquí la capital del futuro virreinato, el 18 de enero de 1536, bajo la advocación de los tres reyes magos, razón por la cual se le conoce hasta hoy como la "ciudad de los reyes". Durante la Colonia, Lima llegó a ser la ciudad más importante de América y fue la sede de la Real Audiencia, en 1551 se fundó la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la primera en América; y en 1569, se instaló la Santa Inquisición.

El 28 de julio de 1821, el general José de San Martín proclamó en Lima la independencia del Perú, con lo cual se inició el periodo republicano. Tras el combate naval del 2 de mayo de 1866, que enfrentó a la armada española con las fuerzas peruanas en el Callao, se selló definitivamente la libertad de América.

Durante la Guerra del Pacífico (1879 - 1884) la ciudad de Lima fue ocupada y saqueada por las fuerzas chilenas, tras la derrota peruana en las batallas de San Juan y Miraflores. Tras este conflicto la ciudad fue reconstruida y nacieron nuevos distritos como La Victoria. En 1940, Lima fue seriamente afectada por un terremoto que destruyó gran parte de la ciudad, cuyas viviendas estaban construidas con quincha y adobe.

En la década de 1950 comenzaron las grandes migraciones provincianas a la capital que continuaron hasta la década de 1980 y configuraron el nuevo rostro de Lima: una urbe multiétnica y con una enorme diversidad cultural. A la vez moderna y colonial, con grandes carencias, pero siempre mirando el futuro con optimismo.

FUNDACION DE LA CIUDAD DE LIMA

La fundación de Lima tiene mucho de aventura al mejor estilo mosquetero. Tres jinetes, enviados por Francisco Pizarro, salieron desde Pachacámac en busca de un lugar que ofrezca una vida pausada y cómoda. Cuando Ruy Díaz, Juan Tello de Guzmán y Alonso Martín de Don Benito, encontraron el Valle de las Pirámides, por entonces conocida como la Huaca Pucllana, y constataron que la zona tenía buen clima, mucha agua, tierras para sementeras y estaba cerca de un puerto, no dudaron en avisar a Pizarro de que el lugar propicio había sido encontrado. La mañana del 18 de enero de 1535, Pizarro fundó la Ciudad de Lima y la puso bajo el mandato de los tres reyes magos. Pizarro repartió entonces los solares de la nueva ciudad siendo el primero para la Iglesia y el segundo para la Plaza Mayor. Luego se nombró el primer Cabildo, sus alcaldes y regidores. En torno a la plaza, se empezaron a edificar las primeras viviendas para los conquistadores. Hacia fines de ese mismo año, La Ciudad de Los Reyes ya contaba con sastrería, zapatería, carpintería, panadería, cerrajería y otros comercios más, todos ubicados en calles, anchas y empedradas que desembocaban en la plaza principal.